Arriésgate a emprender
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Como cualquier otro proyecto de vida, el éxito de un emprendimiento consiste en ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. Eso mismo decía Winston Churchill. Uy, dije la palabra fracaso, es fuerte ¿verdad? Pero es una palabra bastante satanizada. El problema no es el fracaso como tal, sino las decisiones que tomamos después de que ocurre, es ahí donde le damos un valor negativo o positivo a esa expresión. Si la decisión que tomamos después del fracaso es volverlo a intentar, entonces el fracaso se habrá transformado en aprendizaje. “Transformar” como me gusta esa palabra.
Voy a hablar del deporte como recurso metafórico de lo que para mí significa emprender, ya sé, lo del deporte como metáfora ya lo has escuchado antes, pero es que pensaba hacerlo con frutas y me salió una ensalada que ni yo entendía.
No te voy a mentir, para lograr resultados debe haber dolor y, dependiendo tu tolerancia al dolor, sabremos si habrá una mayor o menor cantidad de sufrimiento.
No te voy a mentir, para lograr resultados debe haber dolor y dependiendo tu tolerancia al dolor, sabremos si habrá una mayor o menor cantidad de sufrimiento. ¡No puede ser ! Tres palabras negativas, fracaso, sufrimiento y dolor, qué clase de blog sobre emprendimiento es este.
Pues sí, muchos “gurús” de emprendimiento hablan con palabras muy lindas y usan eufemismos para referirse a temas que pueden llegar a ser negativos. Pero la realidad es otra. En el gimnasio si quieres sacar músculo deberás romper algunas fibras, eso duele. Si quieres mejorar tu resistencia deberás romper tus límites, ahí tendrás que sufrir un poco para sacar a tu mente y a tu cuerpo de su zona de confort.
“Para lograr resultados debe haber dolor y, dependiendo tu tolerancia al dolor, sabremos si habra una mayor o menor cantidad de sufrimiento”
Tu no ves una pelea de artes marciales mixtas y encuentras personas riendo y poniendo su mejor cara mientras lo están dejando todo en el cuadrilátero. De seguro están poniendon una cara explosiva de sufrimiento. De seguro, una parte de su mente le grita ¡ ya no más ! Y otra parte le dice ¡siga, siga que el dolor no “existe”!
La diferencia está en que los deportistas, los buenos deportistas, disfrutan de ese dolor y sufrimiento, porque su mente y su cuerpo están viviendo el presente y solo existe ese instante. Si esta gente hace algo sin ningún esfuerzo, una voz en su cabeza les dirá: “vamos guerrero que se puede más” “venga, pongamos más tiempo” “qué tal una distancia más larga”.
Para que un deportista de alto rendimiento sea más estratégico en las competencias y disfrute más de sus vitorias deberá perder ¡y mucho! Cuando se empieza a hacer empresa se tiene la idea de que es un grupo de acciones metodológicas, frameworks, modelos y esas cosas. Pero nada de eso sirve si no existe una verdadera convicción para confrontar momentos difíciles.
Un amigo y mentor una vez me dijo emprender en una carrera de largo aliento. Así como un deportista, un emprendedor debe aprender a sufrir, aguantar el dolor y vivir del aprendizaje de cada fracaso. Ver a estos 3 “monstruos” como aliados. Porque la única alternativa cuando te caes mientras corres, es levantarte y seguir corriendo. O seguir entrenando para no caerte tan duro. O correr con más cuidado. El hecho es no parar.
Este es un proceso fuerte de auto conocimiento, donde descubres que siempre puedes dar un poco más, hacerlo mejor, aprender más. Donde las excusas desaparecen porque todo esta en tus manos, de alguna forma todo es tu responsabilidad.
“Para que un deportista de alto rendimiento sea más estratégico en las competencias y disfrute más de sus victorias deberá perder ¡Y mucho!”
Enamorarte del camino, de la misma forma que te enamorarías de los resultados. Es precisamente en este punto donde muchos deportistas que van al gimnasio y se miran al espejo se frustran porque no ven resultados y muchos no lo siguen intentando. En cambio, los que disfrutan del ejercicio por su proceso, sin pensar en la parte estética, se llevan una gran sorpresa, cuando el cambio que esperan llegan. Nada mejor que darte cuenta del resultado sin esa ansiedad causada por el afán de alcanzar un objetivo cortoplacista.
Además de talento y capital, que obvio son necesarios, posiblemente los recursos más importantes sean arriesgarse y persistir, porque emprender es un camino difícil, con muchos riesgos, incertidumbres y altibajos.
Recuerda esto: el sueño no es el resultado, es disfrutar el camino, celebrar las pequeñas victorias como si fueran grandes triunfos, enamorarse cada día de los procesos y agradecer por todas las personas que te brindan una mano.
El sueño es aprende a disfrutar lo que significa estar vivos. Nos pusimos filosóficos. En qué momento dejamos de hablar del deporte. Me distraje. En fin, emprender es reconocer nuestra propia humanidad, y darse el tiempo de sentir y llorar cuando las cosas no salen como se esperan. Si, llorar es bueno, o no te has visto Intensa Mente.
En resumen, los errores hacen parte del camino, lo importante es aprender y seguir adelante porque la única forma de no equivocarse es no intentarlo y ese si es el tipo de fracaso del que no te gustaría hacer parte.
Arriesgarte a emprender es arriesgarte a aprender y con esta fórmula no hay forma de perder.